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24 de septiembre de 2005

¿si se puede?

no hay manera, sólo modo.
de la misma forma en como el intento(manera o medio) logran atribuir algo de sustancia, el modo, logra acomodar parte de la secular vision de la vencida mágia que lleva la circunspecta analogia de poder y hacer. entre hacer, hay un gran camino, al ser, ninguno: solo un pequeño caminito volátil y vital: el querer. en el poder, se ramifican las entradas que dan tregua a la posibilidad que marca de lo plausible y lo inaudible o imprudente: el torrente de naderias que, siniestramente, no se lograran a cumplir.
desafortunadamente, como es habitual, no se puede, porque no se quiere y no se logra, porque no hay manera.
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23 de septiembre de 2005

the gathering





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18 de septiembre de 2005

Perla Naranja

Dicen que las mariquitas son de buena suerte si se las encuentra. Desde hace ya bastante tiempo, al principio, las encontraba casualmente, despues, gradualmente. En esos paseos mañaneros con el perro, que son bien frecuentes, me topo con mariquitas, a la vez que pienso: "dicen que son de buena suerte"... y de ahi, un brinco a la duda o ignorancia: ¿Qué es la buena o mala suerte o fortuna? Indudablemente tiene mucho que ver con el bienestar de la gente, invariablemente, con sus deciciones. A lo mejor, es sólo lo que la gente tiene o aspira tener, sin dejar de lado su querer, o dejandolo, ja. Afortunadamente no me interesa ese aspecto terrenoide de la fortuna; lo que realmente me interesa(que son bien pocas cosas) es encontrar el punto de encuentro entre el escarabajito y mi real y sincera pasión por el laso simbolico que le reodea, amen de su arquitectura, brillo, vuelo, costumbre y ciclo biológico.

La última vez que vi una mariquita fue ayer sábado, ésta, no contaba con los siete puntos caracteristicos: marca numerológicamente diabólica, o curiosamente natural.

Camine abstraido de regreso(pensando en la maravilla de la mota en el naranja perlado de la mariquita de la buena suerte); le grité a Fido y le vi, marque el tiempo, el momento, a la vez que seguía con la mirada a un cachorro de sabra Dios y la zootecnia veterinaria que raza era; imaginando su posible trayectoria en el sentido inverso del flujo marcado en el periferico norteño de Ciudad de México, vislumbre la posibilidad del impacto, el grito del perro o el chirrido del plastico de los neumaticos, lo que fuera primero, pense en la mariquita sin motas, en la manera de correr del perro, busque a Fido, lo vi inconciente del suceso... el chirrido fue el primero, seguido sin tiempo, por un impacto lamínico en el guarda barros o cofre del auto, de un auto, solo chirrido, no hubo grito o queja, despues, la mariquita moteada aparecio... volando, majestuosa, cargada de un torrente inaudito de suerte, de posibles y vislumbradas bienaventuranzas, de un ir y venir por el resto de los tiempos fortuitos y espreanzadores, la vi posarse cerca de Fido, la seguí con la mirada mientras llegaba a ella: en fraccion de segundos, moteo su futuro, y le dio paz al encadenamiento de sucesos fortuitos.

A la salida del corredor, le vi.
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