noche

De noche encuentro los mejores momentos para preguntarme el por qué de las cosas. Podré divagar en cuestiones de poco interés o de la manera en como fluctua y se recicla el universo. Ulitmamente me ha asaltado la idea de las enfermedades degenerativas, más, las mentales, a razón de mis propios padecimientos. Era verdad eso que me decían los adultos de que cuando creciera lo entendería(y ahora lo entiendo muy pero muy bien). He descubierto que se crece no sabiendo y que se aprende por error, se descubre. Ahora, he venido descubriendo mucho de lo que en la actualidad me ocurre, y de lo que en la infancia consideraba alquimia para próceres . Es triste. Cuando el médico te da, con su acostumbrado tono conciliador, alguna invitación a la serenidad, lo más seguro es que desesperes y finjas serenidad. En total, sus diganosticos, me han molestado un poco... pero, pues no se puede hacer mucho, y he terminado haciendo lo que más me gusta: ignorar(o meramente, escapar del riesgo y peligro que signifique lo que tenga que significar u ocurrir).