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14 de junio de 2006

detonated dream

El 14 de sep del 2002 hice un viaje. Ese día, una serie de sucesos se acomodaron suavemente en mi vida. Se podría decir que fue el inicio de mi odio hacia cualquier objeto animado, o nacido en la inventiva evolutiva, imaginación humana, y hasta en la que el Dios toca.

Cuando amanecí, desperté en un sillón lleno de objetos de factura tribal, con una cerveza ambarina en mi mano, cálida, suave, tenue, deseada... llena. No importa lo que ocurrió ese día ya. Nostálgicamente recuerdo algunos sucesos que espontáneamente aparecieron hoy por la mañana, en ese intercambio de duermevelas y realidades... exquisitas fantasías.

Anduve buscando a varios deudores, de los cuales, algunos pagaron, otros, optaron por el uso de la negociación para lograr más plazo, y los más: huyeron. Más tarde, vagaba por el chopo(el tianguis). Busque, recorrí, obtuve y regrese. En ese mismo regreso, al salir del tianguis me detuve en el "fondo monetario" a medio embriagarme para después sobriamente salir y llegar a Mosqueta para tomar el camino rumbo al metro o cualquier madre. Encontré varios skateboarders en su piso de siempre, enfrente mismo donde los punks te talonean y piden, por un varo, un caramaleo, que hasta creo, ellos mismo hacen(que ya es cualquier parte). El detonante de tal recuerdo nació en lo que ocurrió esa tarde: fue la represión de los puercos sobre de algún skateboarder fumón. Toda la banda patinadora, oscura, punk, blusera, pasante, e incluso local, mostró tal apoyo hacia el fumamota, que se me hizo fácil apoderarme de la indudable y existente solidaridad, y gritarle en la cara a un perro del mal: ¡déjenlo, asesinos hijos de mil putas! , qué bien, el pinche placa se me cuadro, como si yo mero fuese un generalísimo enemigo, para intentar medir fuerzas o estudiar los terrenos que podrían dar pie a un cruento y épico encuentro, y en el que el instante mismo insinuo forzosa revisión en las cargas magnéticas de nuestras miradas en segura coneccion, para despues, arremeter o hacer uso real de ley o salvar al momento en una lucha exclusiva de la barbarie callejera, lo que no seria nada favorable para mi, y sí, bien reconocido para el puto Don placa. En estas circunstancias, en las que el tiempo es eterno, y realmente finito, y las versiones toman de la voz popular lo que mejor le acomode a quien quiera, mi segura salvación a tan complicado lance de lograr un indudable acomodo en los separos fue el clamor de la banda aventando salves a los saktesborders y maldiciones a los tiras: puercos, ratas, putos, maricas, hijos de su puta madre... y toda esa serie de mandas, demandas y mamadas que la psicología del momento iba generando. Afortunadamente el morro fumón hizo gala de increíbles muestras de dopaje y un increíble nivel de pericia en las artes orientales que hasta al mismo jetlee le sudaría un tiro con el morro-fumón, gracias a esto, la atención vertida en mi logro disiparse y captar la mirada e inevitables putazos de mi chambelan, que pareciera, quería bailar la danza de la guerra con migo. El resultado de tan gracioso encuentro, fue de dos fumones "arrestados" la dispersión del tumulto, y el libre deambular de la gente. Al instante desaparecí, intentando burlar la mirada del putete auxiliar y haciéndole conocidas mímicas con la mano derecha(mentadas reales, !). Por la noche, estaba en prestigiado hotel, pidiendo hospedage y preguntando si mi hermana estaba registrada ya. Decidí meterme en el bar e inyectar a mi espíritu aventurero mas cerveza. Platique con Arturo o Cesar(mesero) de la calidez de la gente local; obtuve en buena medida santo y seña de la moral del lugar. El tiempo que siguió después, es pura inventiva mía. El grito de independencia nuca lo exclame ni por error.
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